martes, 31 de enero de 2017

Ahorrando calorías en la cocina

Ayer estaba viendo una receta “saludable” en cookpad. La supuestamente fit, era un budín hecho con cualquier cantidad de aceite y huevo, pero, “sin azúcar”.. fue por eso que lo llamaron “saludable”. Es por eso que escribo esto, para aclarar algunas dudas sobre como reducir algunas calorías pero manteniendo el sabor.




Quiero aclarar, primero, el concepto “saludable”. Lo saludable es subjetivo, esto quiere decir que no todos los individuos interpretan la palabra de la misma manera; ejemplo, para una persona que quiere bajar de peso, una preparación reducida en calorías, es saludable, pero para otro que necesita aumentar de peso, no le parecería “saludable”. Hago esta aclaración, porque estoy leyendo en todos lados, “rico y natural”, “saludable”, “fit”, habría que ver bien en que contexto ellos están utilizando estas palabras y que es lo que interpretan.

Metiéndonos de lleno en la entrada, como alimento madre está el aceite, gran alimento utilizado como medio de cocción o condimento. La composición química del aceite es 100% grasa, esto quiere decir, que si le agregamos 15ml de aceite a una ensalada, en términos de macronutrientes, estamos agregando 15ml de grasa. Errores groseros a la hora de “cuidarse”:

- Condimentar una ensalada con un “chorro” de aceite. Este es un error muy común, en el que no se mide cuanta cantidad precisa de aceite estamos sirviendo, siendo una bomba caloríca en el caso que pongamos mas de la cuenta. Mi recomendación es que agregamos siempre midiendo con una cuchara sopera para llevar el control de la ingesta.

- Utilizar el aceite como medio de cocción es una buena forma de preparar cosas ricas, pero también es una buena manera de agregarle calorías a los alimentos. Un alimento cocinado en una fuente al horno, previamente rociada con aceite, absorbe el 15% de su peso en grasa, mientras que una fritura bien hecha absorbe entre el 10 a 12%. A lo que voy es, la industria alimentaria nos dotó del “Rocio Vegetal” una alternativa super comoda y practica, que nos ayuda a cocinar los alimentos, manteniendo la crocancia y sin agregar calorías extras. Mi recomendación, empezá a usar el Rocio vegetal!

Otra bomba calórica son las yemas de huevo. En preparaciones que llevan huevo, se pueden reemplazar fácilmente dejando solo las claras ahorrando casi el 50% de las calorías de la preparación. Por ejemplo, en la tortilla de papas fit (http://www.nutriandfitness.com.ar/2017/01/tortilla-de-papa-fit.html) tenés una buena prueba sobre este concepto. 
Lo mismo ocurre con cualquier otra tortilla, batido o panqueque. 

El queso. Una bomba de proteinas y grasas que en promedio tiene 22g de proteinas y 23g de grasa. Un queso cremon tiene 23g de proteinas y 30g de grasa, mientras que su alternativa “light” tiene igual proteínas pero 22 de grasa; esto quiere decir que un cremon “light” tiene las mismas calorías que un queso promedio. Después tenemos los descremados, “port salut descremado”, “cuartirolo descremado” que tienen igual proteína que los anteriores, pero la mitad de la grasa. En números fáciles, cambiando el queso común, por uno descremado, si diariamente consumis 100g, te ahorras entre 100 a 150kcal.

Espero que esta información te haya sido útil!

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