Si lo que estamos buscando es comer menos, la mejor manera de estimular esta acción es comiendo mucha fibra, o mucho volumen de alimentos con escasas calorías.
El truco radica en empezar todas las comidas principales, o al menos el almuerzo y la cena con una ensalada abundante de hortalizas tipo A que son las que menos calorías aportan por 100 gramos de alimentos. Las hortalizas A son: Acelga, achicoria, ají, apio, berenjena, berro, brocoli, cardo, coliflor, escarola, espinaca, espárragos, endivia, hinojo, hongos, lechuga, nabiza, pepino, rabanito, rábano, radicha, radicheta, repollo, repollitos de bruselas, rúcula, tomate, zapallito.
La gran cantidad de alimento ingerido generará saciedad que evitará que se siga comiendo incluso aunque el plato que siga sea tu favorito. Por otra parte, las ensaladas abundantes aportan una gran cantidad de vitaminas y te ayudarán a mantenerte saludable.
Este truco puede ser usado por todas las personas que no tengan intolerancia a las verduras que mencioné, siempre asegurense de saborizarla con vinagre, limon y todos los condimentos libres de calorias que ya fueron mencionados en este blog en entradas antiguas.
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