A pesar de que la evolución de la tecnología, los alimentos, el transporte, la ropa y demás cosas han ido avanzando a pasos agigantados desde el principio de los tiempos, no ha corrido la misma suerte para el cuerpo humano.
Esta es una idea bastante interesante de comprender; en la época en que el ser humano vivía en las cavernas y cazaba su propio alimento para subsistir, comía cuando podía, dormía cuando podía y estaba la mayor parte del día escapando de sus depredadores. Entendiendo esto, es muy simple deducir porque el cuerpo almacena la mayor parte del exceso de kcal en grasa, dado que en aquellos tiempos, el ser humano comía capaz una vez a la semana de manera abundante, y todo el exceso el cuerpo lo almacenaba para poder afrontar todos los demás días sin alimentos.
El cuerpo humano no cambió nada desde aquel entonces; es por eso que al día de la fecha todo el exceso de alimentos ingeridos sigue siendo almacenado como grasas, pero con la contra de que hoy se consumen alimentos al menos 4 veces al día y no 1 vez como en aquellos tiempos; sin mencionar que las actividades diarias hoy son mucho menos exhaustivas. Es por eso, que el cuerpo sigue en la prehistoria, y se ven reflejados por este simple hecho, el aumento en las patologías (enfermedades) por exceso que caracterizan la vida moderna, como pueden ser, la obesidad, la diabetes, el exceso de colesterol y triglicéridos, ACV, problemas cardiacos, entre otros. Obviamente que influye mucho la comida, el sedentarismo y el estilo de vida.
En conclusión, el cuerpo humano sigue muy similar al de los tiempos de las cavernas, pero con el agravante de que el estilo de vida modificado del día de la fecha no está adaptado a este organismo prehistórico.
No solo para mantenerse delgado, el moderarse en la alimentación, cuida no solo al corazón, sino a todo el cuerpo humano en su totalidad.
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